Se están desarrollando pequeños bosques en toda Europa como parte de un movimiento para restaurar la biodiversidad y combatir el calentamiento global.
Desde los mini-bosques hasta los efectos máximos.
La plantación de más bosques en todo el mundo es sin duda un buen enfoque para ayudar a reducir el riesgo del cambio climático, pero pueden pasar décadas hasta que los árboles crezcan al 100% de su potencial y beneficien significativamente al medio ambiente.


Con un enfoque innovador del crecimiento forestal, los ciudadanos europeos se esfuerzan por acelerar este proceso mediante la plantación de bosques diminutos, densos y de rápido crecimiento en sus zonas urbanas y suburbanas, con el fin de promover la biodiversidad y contribuir a la lucha contra el calentamiento global.
Francia participa activamente en este proyecto.
A menudo situados en patios de escuelas o a lo largo de las carreteras, estos bosques pueden ser tan pequeños como una cancha de tenis. Se basan en el trabajo del botánico japonés Akira Miyawaki, que ha plantado más de 1.000 bosques de este tipo en Japón, Malasia y otros lugares.


Según los defensores de este método, los bosques en miniatura crecen 10 veces más rápido, se vuelven 30 veces más densos y 100 veces más biodiversos que los plantados por métodos convencionales. El primero en Francia se plantó en marzo de 2018 en una concurrida carretera de cuatro carriles cerca de París. Esta densa arboleda estaba destinada a reducir el ruido y filtrar el aire. El día de la plantación, 40 personas se reunieron con 31 especies de arbolitos para dar nueva vida a un suelo preparado con abono de los establos locales.
Ecosistemas bien diseñados.
Para ello, los árboles jóvenes deben ser plantados muy juntos, a razón de tres por metro cuadrado, utilizando variedades nativas adaptadas a las condiciones locales. Una gran variedad de especies, idealmente 30 o más, se plantan para recrear las capas de un bosque natural. Los científicos dicen que estos ecosistemas son esenciales para cumplir los objetivos climáticos.


Estiman que los bosques naturales pueden almacenar 40 veces más carbono que las plantaciones de una sola especie. Los bosques de Miyawaki están diseñados para regenerar la tierra en mucho menos tiempo que los más de 70 años que le toma a un bosque regenerarse por sí mismo. El movimiento ha llegado a zonas urbanas y suburbanas en muchas partes de Europa, incluyendo los Países Bajos, Francia y Bélgica, con cientos de bosques de estilo Miyawaki que ahora forman parte del paisaje verde de muchas ciudades.