El mes pasado, China finalmente terminó con la contención. Aunque la calidad del aire ha mejorado considerablemente durante este período, los nuevos datos muestran que fue de corta duración. La contaminación del aire está incluso en niveles más altos que durante el mismo período del año pasado.
Una proporción edificante
Un informe publicado por el CREA (Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio), un organismo independiente con sede en Finlandia, muestra que la contaminación atmosférica ha aumentado en toda China durante el desconfinamiento del país. El CREA supervisó la materia particulada, el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y el ozono entre abril y mayo. Los resultados muestran que, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, todos los contaminantes superaron los niveles del año pasado tras el levantamiento de las medidas de contención.


Los resultados sugieren que la mayor parte de la contaminación proviene de las centrales eléctricas de carbón. El carbón está lleno de azufre, por lo que cuando el combustible fósil se quema y se libera, este azufre interactúa con el oxígeno del aire y crea dióxido de azufre. El aumento del dióxido de azufre apunta a las centrales eléctricas de carbón como el culpable, un hallazgo que se ve reforzado por el hecho de que la materia particulada y el dióxido de nitrógeno también están en sus niveles más altos, donde el dióxido de azufre ha llegado a su punto máximo.
Un esfuerzo inútil
China parece haber experimentado picos similares, en particular después de la epidemia de SARS en 2003 y la crisis financiera mundial en 2008. En ambos casos, el país dio prioridad a los proyectos de construcción contaminantes y a la combustión de carbón para impulsar la economía. Sin embargo, ambos picos de contaminación se produjeron antes de los intentos más recientes de China de mejorar la calidad del aire. En particular, el país inició una « guerra contra la contaminación » en 2014 para limpiar su aire notoriamente nocivo. Antes de la pandemia, China ya estaba haciendo esto.


Un estudio realizado en 2019 reveló que seis de las políticas de mejora de la calidad del aire salvaron más de 400.000 vidas en 2017. Hoy en día, China parece estar retrocediendo. Las consecuencias de esta contaminación en la salud pública son significativas, en particular porque la crisis del Covid-19 no ha terminado. De hecho, la provincia de Jilin vuelve a estar bajo control después de 34 nuevos casos y una muerte. Las investigaciones han establecido vínculos entre la contaminación del aire y las tasas de mortalidad por coronavirus.
Esta reducción de la calidad del aire también indica que China puede no estar adoptando un enfoque de energía limpia para revitalizar su economía. Esto es desafortunado porque esta pandemia no es la única crisis que está agotando al mundo. El cambio climático está aquí, y está a punto de causar estragos. Es una rara oportunidad para cambiar el mundo para mejor. Y sin embargo, aquí estamos, listos para arruinarlo todo de nuevo.